De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
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| De la serie anime para todos: | |||
| Kuchu buranko | |||
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| Género: | Paranoia | ||
| Episodios: | 11 | ||
| Autor del manga: | no tiene manga, pero está basado en unas novelas de Franz Kafka, al igual que Sayonara Zetsubou Sensei | ||
| Publicación: | Uala, veo coloooores | ||
| Publicado en: | ... y ahora una mariposa carnívora... | ||
| Director del anime: | un tal Kenji Nakamura | ||
| Transmitido en: | | ||
| Ovas: | nanai, pero parece ser que hay una serie con actores de carne y hueso | ||
| Películas: | Woody Allen iba a hacer una, pero le surgió otro proyecto | ||
| Notas | un 10 en la escala Likert | ||
«Eres un enfermo mental.»
~ Irabu-sensei diagnosticando al friki que mira la serie
«Estos energúmenos no tienen cura.»
~ Black Jack después de intentar operar al staff del anime y fallar estrepitosamente
Kuchu Buranko o Kūchū Buranko, también conocida como Cucurucho Blanco o Trapecios Voladores, es una serie anime que se estrenó por primera vez (lógico, si se estrenó es que fue por primera vez) en 2009. Después de un año de crisis mundial, la economía japonesa estaba un poco chunga y los altruistas de Toei decidieron crear un anime que salvaría a la humanidad. Eso es, un anime que ahorraría a los millones de japos la pasta que se gastan en el psicólogo.
Pero bien, sabemos que esto de la buena voluntad es una puta falacia y, después de ver el anime en cuestión, la peña acabó peor. Por si fuera poco, los buenos de los japos (o los piratas que trabajan en los fansubs) decidieron convertirlo en una arma de destrucción masiva a escala mundial.
Kuchu Buranko es un anime rompedor porque parte en pedacitos las neuronas de todo ser, humano o no, que lo mire. Y no sólo las neuronas, también los globos oculares. Al ver los colores de la ropa de Irabu, no es difícil imaginarse la cantidad de marihuana y alucinógenos varios que se fumó el staff. Es de dominio común que los hacedores de anime tienen un presupuesto limitado, así que una vez se habían gastado la pasta en drogas, tuvieron que hacer un apaño y meter fotos del google para rellenar los minutos que les sobraban. No te creas ninguna excusa que balbucéen esos mamarrachos, no son más que estrategias de lavado de cerebro.
Es el prota y el psiquiatra de la serie y está como una regadera. Tiene un fetiche con la inyecciones, se inventa cualquier excusa para practicarlas a sus pacientes y chilla orgásmicamente del gusto cuando lo hace. Es un personaje polémico, ya que hace que el público se cuestione la situación deplorable de la psiquiatría mundial.
Por si no fuera suficiente, Irabu-sensei tiene tres evoluciones, como un pokémon. En la primera fase es un niño shota con voz de Edward Elric y pantaloncillos cortos, ideal para incitar a la pedofilia. Después de la digievolución correspondiente, se convierte en Irabu-afeminado, con el pelo largo, manicura y pestañas Max Factor. Y tras la ultra-mega-digievolución final se transforma en una especie de cosa regordeta con cabeza de oso (un guiño a Pedobear, sin duda).
Sus colegas lo miran raro (normal), pero a él no le importa, un chute de Prozac ¡y a curar subnormales! En contra de todo pronóstico, suele conseguir buenos resultados. Y es que entre locos se entienden.
El único personaje que vale la pena de toda la serie. Es una enfermera con recursos, que distrae a los pacientes con sus atributos para luego metérsela a destajo (la inyección, malpensados). Promueve el tabaquismo y el cosplay, valores inherentes de la juventud. La interpreta Yumi Sugimoto, una actriz e idol porrrnooo, que se supone que va a salvar la serie de la ruina atrayendo a masas de otakus machos necesitados.
Este es un acoplado que aparece de vez en cuando en la serie para dar explicaciones sobre los términos psiquiátricos que se mencionan en la misma. La verdad es que, en vez de aclarar algo, sólo complica más las cosas, llevando al público a una inminente empanada mental. Por eso, la mayoría de los otakus se saltan esos momentos y van a lo que de verdad interesa (el escote de Mayumi-chan).
Para que la consulta psiquiátrica funcionase no bastaba con el matasanos y la enfermera, así que los del estudio se apresuraron a crear secundarios, cada uno con sus problemas mentales correspondientes (lógico, si son suyos es que les corresponden). Así, episodio tras episodio, nos encontramos con obsesivo-compulsivos, oficinistas con problemas de erección, adictos, neuróticos...
Con tal variedad de personajes, es fácil identificarse con alguno, si no con todos. ¡Escoge el tuyo!
... Es difícil de decir. Nunca se sabe con lo que podría salir esta gente. Pero seguro que no verás:
Web de la serie de imagen real, nótese la diferencia de diseño
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